IBERISCHE LANDESKUNDE

Adolf SCHULTEN: Iberische Landeskunde. Geographie des antiken Spanien. 2. Auflage 1974. xii, 600 Seiten. ISBN 978-3-87320-811-7 € 40,--

Antonio TOVÁR: Iberische Landeskunde. 2. Teil: Die Völker und die Städte des antiken Hispanien. Las tribus y las ciudades de la antigua Hispania.
Band 1: Baetica. 1974. 184 Seiten. ISBN 978-3-87320-812-7 € 40,--
Band 2: Lusitanien. 1976. Seiten 185-308, 3 Faltkarten.
ISBN 978-3-87320-813-1 € 40,--
Tomo 3: Tarraconensis. 1989. 510 pp. ISBN 978-3-87320-814-3 € 120,--

»La obra póstuma de Antonio Tovar publicada en Alemania Occidental ‘Tarraconensis’ cierra la trilogía de la España romana«

Iberische Landeskunde. 2. Teil: Baetica & Lusitanien:
»Mit der Übersicht über die Völker und Städte des antiken Hispanien findet die Iberische Landeskunde von A. Schulten eine zwar späte, aber wichtige und begrüßenswerte Fortsetzung.
Der parallele Aufbau der Bände ist durch die Themenstellung vorgegeben. Im ersten Kapitel erläutert T. jeweils den Namen der Provinz und skizziert die wichtigsten Etappen ihrer Geschichte, die zweiten Kapitel gelten den Völkern und Stämmen. Kernstücke bilden dann die umfangreichen Kapitel 3, in denen die einzelnen Städte und Gemeinden besprochen werden. Angefügt sind neben einem Literatur- und Abkürzungsverzeichnis ein geographisches Gesamtregister mit den antiken und modernen Namen und 3 instruktiven Karten: Überein nach Ptolemaios, die Provinz Baetica und die Provinz Lusitanien. Ansprechend ist, daß T., statt feste Grenzlinien zu ziehen, mit Hilfe unterschiedlicher Pfeile die sichere oder vermutete Zuweisung der einzelnen Städte zu den Hauptorten der Conventus auf der Karte Baetica kenntlich macht, während die Unsicherheiten für Lusitanien nach T. für ein solches Verfahren zu groß sind.
T. kommt es nicht auf übergreifende Deutungen an, sondern auf die Zusammenstellung des einschlägigen Quellenmaterials. Wer sich eine Übersicht über die Geschichte der beiden Provinzen verschaffen will, greift normalerweise sicherlich nicht zu den einleitenden Kapiteln von T., denn diese sind zu knapp gehalten, als daß sie diese Aufgabe erfüllen können. Wesentlich bedeutungsvoller sind die Kapitel über die Völker und Stämme. Die sprachwissenschaftlichen und philologischen Überlegungen sind stets fundiert und bezeugen hier wie im ganzen Buch die enge Vertrautheit des Autors, Ordinarius für Sprachwissenschaft, mit dieser Materie. Außerdem kommen der Argumentation durchgängig die ausgezeichneten Landeskenntnisse von T. zugute. Am wichtigsten ist jedoch das Kapitel 3 des Buches.
Im ganzen ist T. bemüht, alle Quellengattungen, also auch die numismatischen, eigraphischen und archäologischen Zeugnisse auszuwerten. Zusätzlich sind die einzelnen Artikel mit reichen Zitaten aus der Sekundärliteratur versehen. Die für die Benutzer des Buches wohl überhaupt bedeutungsvollsten Diskussionen gelten der Lokalisierung der einzelnen Gemeinden, ein in der Tat grundlegendes Problem. Hier wird von T. umfängliches Material geboten. Dabei hält sich der Autor bei kontroversen Ansichten mit seiner eigenen Auffassung eher zurück, ein Vorzug, weil auf diese Weise einem eigenen Urteil des Benutzers des Buches Raum gegeben wird. Die großen Vorzüge des Werkes garantieren, daß dieses auf lange Zeit für wichtige Probleme des römischen Städtewesens in Hispanien das grundlegende Nachschlagewerk mit reichen und weiterführenden Literaturangaben sein wird. «

Rainer Wiegels in Gnomon 1978, pp.654-658.

»Iberische landeskunde III, Tarraconensis, última obra en la que trabajó Antonio Tovar antes de su muerte, en 1985, acaba de ser publicada en Alemania Occidental por la editorial Koerner, de Baden-Baden. El libro, un denso y exhaustivo volumen de 598 páginas, completa un ambicioso proyecto iniciado por Tovar en su juventud y en el que trabajó durante toda su vida: la trilogía que estudia las tres grandes divisiones administrativas de la España romana: la Bética, la Lusitania y la Tarraconense.

La muerte de Tovar truncó la conclusión del volumen ahora publicado, del que se conservaba el manuscrito original, escrito en cinco cuadernos grandes llenos de anotaciones marginales y cientos de fichas. La reconstrucción de este material ha sido posible merced al trabajo tanto de la viuda y de la hija del humanista vallisoletano como al de un grupo de investigadores próximos a él, que han articulado y dado forma al trabajo desarrollado por Tovar, completándose fichas, citas de obras y su paginación en los casos en los que no estaba especificada.

Encargo de hispanista
La trilogÍa fue iniciada por Tovar por encargo del hispanista alemán Adolf Schulten al concluir la guerra civil española, y debía completar la obra magna iniciada por Schulten bajo el título genérico Los pueblos y las ciudades de la España ántigua. Tanto la primera parte, escrita por el propio Schulten, como los dos volúmenes posteriores de la obra, ya escritos por Tovar, fueron publicados en alemán por la misma editorial alemana que ahora saca al mercado Tarraconensis. El primero de ellos, Bética, se publicó en 1974, y el segundo, Lusitania, en 1976.Este tercer volumen, editado, a diferencia de los dos anteriores, en castellano y en el que sobre el material elaborado por Tovar han trabajado los profesores Juan Gil, José María Blázquez, Luis Michelena, Cristóbal Veny, Jaime Siles y María Lourdes Albertos, es, según Juan Gil, "en el que más tiempo, ilusión y dedicación depositó Tovar". Para el profesor Gil, "Tarraconensis es la obra póstuma de Tovar y, como obra de conjunto, la más importante de cuantas se han escrito sobre el tema en la península Ibérica". En ella, Tovar realiza un pormenorizado análisis de los diversos pueblos y ciudades de la península Ibérica en tiempos del imperio, así como indaga en sus orígenes y desarrollo. Este carácter integral hace afirmar gráficamente al profesor Gil que "la obra es una especie de guía telefónica en la que se encuentran detalladas todas las ciudades y tribus de la época estudiada".

La trilogía de Tovar sigue la línea emprendida por Schulten en la primera parte del proyecto, si bien efectúa algunas interpretaciones que no hubiese hecho Schulten, "porque Tovar sabía cosas que Schulten ignoraba, como lingüística, materia que desconocía el hispanista alemán", subraya Juan Gil, para quien la continuación de la obra de Schulten por Tovar representó "el reconocimiento y la inclusión por vez primera de un humanista español en la tradición de los grandes investigadores alemanes, como Emil Hübner y el propio Schulten".«

Justo Romero in El País, 10/10/1989

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